Decálogo del buen uso de internet

Decálogo del buen uso de internet

Decálogo del buen uso de internet

Un decálogo que ofrece los tips esenciales del buen uso de internet para deshacernos de alguna mala costumbre que el confinamiento tal vez ha propiciado.

Tras un periodo en el que tod@s hemos hecho mucho uso de Internet, incluso creo que podemos hablar más de abuso que de uso, es momento de retomar, o de iniciar si es caso, los buenos hábitos digitales familiares.

Confinados, sin colegios, teletrabajando…en muchas ocasiones nos hemos tenido que hacer l@s loc@s y mirar hacia otro lado cuando sabíamos que nuestr@s hij@s estaban haciendo mayor uso de los dispositivos y de Internet del deseable pero que era necesario para poder conciliar en nuestro día a día.

De cara a las deseadas vacaciones de verano y a estimular las relaciones sociales en el ámbito físico, a las que podemos volver manteniendo las medidas de seguridad pertinentes, es interesante que hagamos esta reflexión en la familia, incluso con los más pequeños.

Es hora de hablar de privacidad, de empatía, de ponerse límites…

Diez tips a tener en cuenta para el buen uso de internet:

1. Privacidad

Toca hablar de proteger la identidad digital, de cuidar sus datos personales, de valorar las fotos y videos antes de compartirlos, y también tener en cuenta otros pequeños detalles que a veces no dan importancia y que sin embargo ofrecen mucha información del sitio donde están o el aspecto físico que tienen en un momento puntual y que puede ser usado por personas con malas intenciones.   

2. Respeto y empatía

Trasladar la importancia del respeto también en su vida virtual. De cómo deben ser las relaciones que se establecen a través de internet. La no presencia física da una falsa sensación de anonimato que puede dar lugar a conductas inadecuadas y es importante hablar con nuestr@s hij@s sobre la necesidad de ponerse en el lugar de los otros, de no utilizar nunca Internet para hacer daño y denunciar las situaciones de abuso o acoso que puedan detectar en su entorno. Al otro lado del dispositivo siempre hay una persona.

3. Conocimiento de la tecnología que usan

Es necesario hablar con ell@s sobre las herramientas de control parental y funcionalidades existentes en juegos y aplicaciones que ayudan a la supervisión de un buen uso. Que entiendan que estas opciones que ofrece la tecnología, junto con el establecimiento de normas y límites de uso, contribuyen a su seguridad en la red.

4. Seguridad

Debemos favorecer que usen contraseñas seguras y que tomen conciencia de su intimidad. Qué compartir y qué no en Internet es el gran caballo de batalla de muchas familias. No siempre es fácil llegar a acuerdos pero hay que hablar, escuchar y volver a hablar. Aunque nos pueda parecer que no, mucho queda 🙂

5. Autorregulación

Siempre es difícil ponerse límites pero en la adolescencia aún más. Es una cuestión fisiológica. Su cerebro no está preparado para posponer posibles recompensas y videojuegos, aplicaciones y redes sociales están pensadas y desarrolladas para ofrecerles estímulos placenteros cada cierto tiempo y así retener su atención. Establecer límites (para nosotros también) y explicarles el porqué de esas normas les ayuda a generar hábitos saludables que mantendrán más adelante.

6. Relaciones seguras

Que aquellos contactos que mantengan en su vida virtual sean personas de su ámbito físico conocido. No siempre la persona que hay detrás de un perfil de una red social es quien dice ser. Ofrecer información a extraños implica correr riesgos que pueden derivar en problemas serios de grooming, ciberacoso, sexting

7. Creatividad

La tecnología ofrece muchas posibilidades para el desarrollo de su creatividad. No es lo mismo participar en Internet consumiendo una ingente cantidad de vídeos que el algoritmo de una red social decide ofrecerles en función de muchas variables, la mayoría de carácter comercial, que pensar, crear y editar un vídeo propio para compartir en una comunidad. Pero si madres y padres no estimulamos su curiosidad para hacer lo segundo es posible que se queden solo en lo primero.   

8. Huella digital

Todo lo que se dice, se comparte, se hace y hasta lo que no se hace configura una huella en Internet y deben tenerlo en cuento tanto en su presente como para su futuro, personal y profesional.

9. Pensamiento crítico

El estado de alarma provocado por el coronavirus ha sido el momento de la historia en el que se ha compartido mayor cantidad de información falsa o errónea. Ayudarles a que se hagan preguntas contribuye a que construyan su pensamiento crítico tan importante para validar la información de Internet como ampliar su visión en la vida real.

10. Compartir y aprender en familia

Que nuestr@s hij@s sepan hacer buen uso de Internet requiere de que nosotr@s también lo hagamos. Y que tengan la confianza para contarnos lo bueno y lo malo que se encuentran en Internet requiere de que nos impliquemos con ellos en su educación digital.  

Infografía para jóvenes

Os comparto la frigografía  «Decálogo del buen uso de Internet» que tengo preparada para mis encuentros con niñ@s y adolescentes. Las llamo así porque son materiales perfectos para colocar en la nevera dado que la frecuencia con la que mis hijas la visitan es mucho mayor que a ningún otro electrodoméstico de casa 🙂

Este tipo de recursos sirven de «excusa» para sacar temas a tratar que sí vamos a tener así que os la dejo por si la queréis imprimir y os ayuda a tener vuestra conversación.

Infografía con el decálogo del buen uso de internet
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