Hacer egosurfing para proteger tu/su identidad digital

Egosurfing

Hacer egosurfing para proteger tu/su identidad digital

Egosurfing: EGO (del griego, yo) y SURF (del inglés, navegar). No es un palabro nuevo ni mucho menos, este neologismo fue acuñado en 1995 por la prestigiosa revista Wired, publicación que busca recoger cómo la tecnología afecta a todos los ámbitos: desde a la educación y a la cultura hasta a la economía pasando por la política. Hacer egosurfing en la jerga de internet es hacer vanity searching, egosearching, selfsearching… Si es por medio del buscador Google: egogoogling, autogoogling, self-googling, Googling yourself… Muchos anglicismos (demasiados) que podemos traducir al castellano como «buscar nuestro propio nombre en internet para saber la información acumulada en la red sobre nosotros mismos».

Hacer egosurfing es una práctica que deberíamos llevar a cabo de forma frecuente y en esta entrada quiero animarte a que también hagas egosurfing chequeando a tu hijo/a para así saber qué información pública hay en la red; no sólo lo que se dice sobre él o ella sino también cómo y quién.

¿Y por qué hacer egosurfing?

Se hace egosurfing por curiosidad, por cotilleo, por vanidad… También se hace egosurfing en comunicación y en marketing ya que es una muy buena herramienta para, a partir de los resultados que obtengamos de la búsqueda, trabajar en la construcción de la imagen personal o la de una empresa u organización. Pero quiero enfocar este artículo desde la oportunidad que supone hacer egosurfing como una herramienta más de protección en internet.

Todo lo que se hace en Internet (y también lo que no se hace) va generando una huella digital que va construyendo una identidad digital (información sobre un individuo o una organización en el plano digital) y a partir de ésta se genera una reputación en la red. En este artículo puedes profundizar sobre las diferencias entre huella, identidad y reputación digitales. 

Todo lo que publicamos en Internet: datos personales, fotos, vídeos, opiniones, etc., y también todo lo que otros publican sobre nosotros, incluyendo documentación o publicaciones oficiales, permanece. Hacer egosurfing con frecuencia nos permite conocer esa información, y por lo tanto la imagen que proyectamos en Internet, y así adoptar las medidas oportunas.

¿A qué medidas me refiero? A que si encuentras información que no quieres que conste en la red, la legislación española reconoce los derechos que tienes de acceso, rectificación, cancelación y oposición al tratamiento de tus datos o de los de tus hijos menores. De ahí la importancia de conocer esa información pública y el por qué te conviene hacer egosurfing.  

Egosurfing para proteger su privacidad

Este ejercicio va más allá de saciar nuestra curiosidad o alimentar nuestra vanidad, no te sientas culpable 🙂 Esto va de encontrar información (sustraída legitima o ilegítimamente) en blogs, webs, redes sociales… y valorar si queremos o no queremos que permanezca ahí.

Como ya he comentado no sólo encontramos la información que uno mismo publica, también la que otros publican sobre nosotros. Y no siempre con buenas intenciones; son muchos los casos de menores a los que suplantan su identidad en redes sociales, aunque yo quiero creer que más por falta de conocimiento que por mala intención. Hacer egosurfing es una buena forma de averiguar si alguien se está haciendo pasar por nosotros o por nuestros hijos publicando contenidos que pueden perjudicar nuestra/su reputación.

Otro motivo para bucear en internet buscando la información disponible sobre nuestros hijos es porque no siempre actúan con la cautela necesaria en este entorno. Una promesa de una descarga gratuita para un videojuego o de un sorteo de algo de su interés puede ser el gancho suficiente para que hagan clic en un enlace que les conduzca a una web fraudulenta y, que mediante algún malware, se hagan con datos personales que se acaben filtrando vulnerando su privacidad. Puedes darle algunas claves para que mantengan a salvo su privacidad.

¿Cómo hacer egosurfing?

Es muy sencillo. Con este tipo de surfeo no necesitas clases, ni tabla, ni si quiera mojarte.

Te propongo estas tres formas para  averiguar la información que aparece en Internet sobre nosotros o sobre nuestros hijos:

En los buscadores

¿Quién no ha Googleado su nombre o el de una persona de la que quiere saber? Es una práctica bastante común y muy sencilla. Y aunque lo más popular es hacerlo en Google tenemos más buscadores con los que poder llevar a cabo esta práctica: Bing, Lycos, Yahoo!,  DuckDuckGoBaidu

Es muy recomendable hacerlo de vez en cuando y que además de realizar búsquedas de nombre y apellidos, lo hagamos de otros datos referidos a la persona buscada como por ejemplo la dirección, el número de móvil o su DNI.

Para que la búsqueda sea eficaz y obtener resultados concretos es conveniente introducir el término buscado entre comillas, de esta manera obtendremos los resultados de las webs que contengan exactamente las palabras buscadas y en el mismo orden, y no resultados de páginas donde aparezca tan solo una de las palabras, en diferente orden o resultados similares.

Así podemos hacer búsquedas de:  

  • Nombre y apellido/s: «Sonia Ledesma»
  • Apellido/s seguido del nombre separado por una coma: «Ledesma, Sonia».
  • Nombre y apellido entre comillas y la ciudad fuera: «Sonia Ledesma» Pamplona.
  • Dirección postal: «Calle Mayor, 17».
  • Dirección postal entre comillas y la ciudad fuera: «Calle Mayor, 55» Pamplona.
  • Dirección de correo electrónico: sonialedesma@bedigitalbereal.com.
  • Número de móvil: «123456789».
  • DNI: “12345678A”

Usando Google Alerts

Es una aplicación de Google que nos permite crear alertas sobre términos que nos interesen y automatizar que nos lleguen a nuestro correo electrónico de forma periódica.

Puedes crear alertas de una forma muy sencilla:

  • Entra en Google Alerts
  • Introduce en la barra de búsqueda los términos tal y como hemos hecho anteriormente en el buscador.
  • Configura las opciones que se muestran en los desplegables para determinar la frecuencia con la que quieres recibir la alerta, de qué tipo de fuente, el idioma…

En redes sociales

En las redes sociales es donde se comparte más información de carácter personal, sobre todo en las cuentas de los más jóvenes, con los riesgos que esto puede conllevar. Ya he hablado por aquí de la importancia de conversar sobre la protección de sus datos, de su privacidad, de su intimidad para que hagan un buen uso de Internet.

Unas veces por desconocimiento de las consecuencias, otras por querer más “amig@s”, más popularidad o más likes pueden ser poco cautelos@s con la información que comparten: datos personales, fotos, vídeos, comentarios, estados… y si la configuración de sus perfiles no es la adecuada, esa información puede ser pública y hacerles vulnerables.

Practicar egosurfing dentro de las redes sociales puede ayudarnos a descubrir si alguien suplanta su identidad con su descripción, imágenes y datos personales. Para averiguarlo puedes acceder al buscador de la red social introduciendo nombre y apellidos, nombre de usuario, correo electrónico… Es probable que encontremos publicaciones de las que no seamos conocedores.

Si bien en otras plataformas y webs no podemos controlar lo que se dice, en redes sociales sí podemos tener un mayor control siempre y cuando se configuren las opciones de privacidad para que el contenido sólo lo vean amigos o personas concretas, haciendo el perfil privado, evitando etiquetas y menciones… No dejes de revisar las opciones que ofrece cada red social.

Ojala después de leer esta entrada utilices el egosurfing como una herramienta para proteger tu identidad digital y la de tus hij@s.  Saber la información que sobre nosotros hay en Internet, seguir nuestras huellas digitales, valorar la imagen que proyectamos en redes sociales… nos ayuda a ejercer un mayor control y a tomar conciencia de la necesidad de hacer un uso adecuado de los datos. Y a ell@s también. Seguimos.

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